lunes, 8 de julio de 2013

LAS ABOMINABLES CRUELDADES DE YAHVÉ-Jan Erik Sigdell



























Quién lee la Biblia de una manera objetiva y sin prejuicios, sin anteojeras que decoloran ciertos pasajes, debería indignarse profundamente por las abominables crueldades que en ella se describen.


El " señor " guía a su pueblo a la  "tierra prometida ", pero esa tierra no es libre. Ya viven allí personas en diversas ciudades. Por lo tanto el " señor " comanda a su pueblo a masacrar sin piedad a todos ellos.
En casi todos los casos, ni siquiera un niño, una mujer o un hombre de edad se salva, sino que todos deben ser completamente muertos o asesinados, para que su pueblo pueda vivir en lo prometido:




" 10 Cuando Yahvé, tu Dios, te haya introducido en la tierra qué juró a tus padres, a Abrahan, a Isaac y a Jacob, que te daría ciudades grandes y espléndidas que tú no has edificado, 11 casas llenas de toda suerte de bienes que tú no acumulaste, cisternas excavadas que tú no excavaste, viñas y olivares que no plantaste; y cuando comieres y te hartares, 12 guárdate entonces de olvidarte de Yahvé que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre. 13 A Yahvé, tu Dios, temerás, a Él servirás, y por su nombre jurarás. 14 No os vayáis tras otros dioses, tras ninguno de los dioses de las naciones que os rodean; 15 porque Yahvé tu Dios, que habita en medio de ti, es un Dios celoso; no sea que la ira de Yahvé se encienda contra tí y te extermine de sobre la faz de la tierra .
Deuteronomio 6, 10-15





¡ Con esto comienza un verdadero holocausto !
En una ciudad tras otra, ellos asesinaron y masacraron hasta que no quedó nadie. La única excepción es en algunos pocos casos que secuestraron vírgenes. ¿Para qué? Desde luego, sería ingenuo pretender que no sería para "servicios " sexuales.

Cuando Moisés, por orden de Yahvé pudo decir de la siguiente manera, se descalifica fuertemente a sí mismo y a su comisionado:




" 14 Pero se enojó Moises contra los jefes del ejército, los jefes de los millares y los jefes de los cientos que volvían de la guerra, 15 y les dijo:"¿Cómo es que habéis dejado con vida a todas las mujeres ?,16 no obstante ser ellas las que, por consejo de Balaa, arrastraron a los hijos de Israel a renegar de Yahvé en el caso Fegor, y hubo plaga en el pueblo de Yahvé. 17 Matad ahora a todo varón entre los niños, matad también a toda mujer que haya conocido varón, 18 pero todas las niñas que no han conocido varón reservadlas para vosotros."
Números 31, 14-18



Esto más bien parece un sacrificio humano masivo para el " señor ".
A las personas que se consideran cristianas les gusta sugerir que las víctimas serían "malvadas" personas que vivían en "pecado", y no quieren entender cómo, de esta manera, traicionan las enseñanzas de Jesús.

¡No puede haber peor pecado que matar en el nombre de Dios ( o de su mensajero Cristo)! Y si uno mata en nombre de Yahvé, o por su encargo, esto muestra claramente que él no puede ser el verdadero dios. Jesús enseñó que quien toma la espada será muerto por la espada, e incluso nos enseñó a amar a nuestros enemigos.




Cuando Yahvé hace alardes de furia de la siguiente manera ,demuestra su falsa divinidad:

"21 Y si siguiéreis oponiendoos a Mí y no quisiéreis oirme, volveré a castigaros siete veces más a causa de vuestros pecados, 22 Soltaré contra vosotros las fieras del campo, que os privarán de vuestro ganado y os reducirán a pocos, de modo que vuestros caminos queden desiertos.
23 Si aún con esto no os dejaréis corregir por Mí sino que siguiéreis en oposición conmigo,
24 Yo también me opondré a vosotros, y os castigaré también por mi parte siete veces más por vuestros pecados. 25 Traeré sobre vosotros la espada de la venganza que vengue mi pacto; y si os refugiareis en vuestras ciudades, enviaré la peste en medio de vosotros y seréis entregados en manos de vuestros enemigos.
29 Comeréis la carne de vuestros hijos, y también la carne de vuestras hijas devoraréis. 30 Destruiré vuestros lugares altos, abatiré vuestras estatuas, echaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos, y mi alma os detestará.
31 Convertiré vuestras ciudades en desiertos y devastaré vuestros santuarios, no aceptaré ya más el olor grato de vuestros sacrificios, 32 y asolaré el país a tal extremo,que queden atónitos vuestros mismos enemigos al ocuparlo. 33 A vosotros, empero, os esparciré entre las naciones, y desenvainaré la espada en pos de vosotros. Vuestro país será un yermo, y vuestras ciudades un desierto.
Levitico 26, 21:33

Del libro "Comenzó en Babilonia" Jan Erik Sigdell
Traducción: Adela Kaufman
Biblioteca Pléyades.com






Imágenes: Zdzislaw Beksinski

1 comentario:

  1. la pura verdad por ello no creo que el tenga la moral alta como para juzgarnos si no que en lugar de eso muestra su gran ego y su desmedida vanidad

    ResponderEliminar